La tierra del dragón verde

Desde la primera hora del domingo estoy en Eslovenia, despues de 10 horas en autobus que realmente no fueron tan pesadas porque me la pase durmiendo y viendo los hermosos paisajes que aparecian. Jana me espero en la estacion y desde el primer momento me hizo sentir como en casa, su familia muy amable siempre procurando atenderme y darme cosas tan personales como unas pantunflas para andar en la casa...!



El centro de Ljubljana es hermoso, como las ciudades europeas tambien tiene un rio que la cruza, pero en este caso no es tan ancho, mas bien es angosto y el color es de un verde turquesa que le impregna un toque de magia a los viejos edificios combinados con arte que adorna los arboles o las paredes, el domingo fue sorprendente que en un mercado de antiguedades venden las medallas honor de soldados,  gorros con insignas, las balas de metralleta no disparadas o tambien fotos en blanco y negro, vasijas entre otras cosas tambien muy interesantes. 


En general Eslovenia es un país exótico, abundante naturaleza, conservación impecable de los recursos naturales, gente muy amable y calida, muy culta, posición geografica estrategica, tiene un poco de todo, la comida? muy rica, en especial el pan.

El viaje tuvo varias etapas (por llamarlas de algun modo), la parte de ciudad en donde visite Ljubljana, Celje, Jerusalem, Ptuj. La parte de montaña y lagos en donde conoci Kranjska gora, trenta, Bled, kobarid, aquí
toqué la nieve por segunda vez en mi vida y la parte de mar donde estuve en Piran, Kopper y tambien una escapada de un día en tren a Venecia (Italia).



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