La maquina del tiempo
Viernes. La nieve cayó en Freiburg desde el Miercoles al Viernes sin pausas para comer o ir al WC. La maquina del tiempo salía de Mullhouse, Francia, cerca de la frontera. Sin prisas, decidimos salir temprano y llegar puntuales para el abordaje. El frío estaba de a peso, y en eso anuncian una hora de retraso debido a no sé que problemas tecnicos o sepa la bola. El chiste era chutarse una hora de tiempo paraditos. Ya entonces, abordamos la gran maquina, buscamos nuestro "camarote" mismo que nos incluía dos flamantes catres para viajar acostados y dos niños con mamá y todo. El viaje inicio, el tren se movia y se quejaba del frío exterior, pobre yo lo entiendo, después de comernos los respectivos itacates, se apagó la luz y todo mundo a dormir, bueno me puse a leer hasta que el libro se me salío de las manos. Entonces la maquina del tiempo hizo su trabajo y amanecio así de repente, las horas pasaron tan rapido, sin que haya podido realmente pegar ojo a profundidad, debido al reducido espacio en el camastro y/o al constante movimiento (mismo que me consiguio marear).
Sabado. De repente fue como haber viajado en el tiempo, la nieve había desaparecido, el frio también (esto es mentira, pero se escucha mejor en el relato), y tenía de frente nada más y nada menos que a la Costa Azul francesa de la ciudad de Nice. Wow! que lindo color del mar aunque prefiero arena que piedras de tipo río. Después de haber caminado casi todo el día por mercados, callecitas, ex-castillos en lo alto de una montaña, etc...resulta que había carnaval por la noche! Muchisimos carros desfilaron ante mis ojos, algunos moviendose cual caracol con sal. Miles de serpentinas, música, colores, y diversion.
Domingo. Mi estancia en Monaco fue de paparazzi, breve y a lo que iba, un par de fotos y la estación de trenes de marmol puro y largos corredores me hicieron ver que no era lo mío. Entonces? El nuevo destino fue: Menton que no produce menta, sino Limones y Naranjas, bueno limones amarillos pero bien buenos...de hecho las naranjas cuelgan de los arboles que estan por casi todas las calles. Una cosa magnifica fue el poquito de sol que salio durante un rato y, tumbados en la playa pudimos recibir unos pocos rayos y escuchar el sonido de las olas.
Uy, se acabó el fin de semana. A correr que debemos subir a la maquina del tiempo para regresar a nuestra blanca y nevada realidad de Freiburg...en un Rosenmontag de carnaval.
Nice, Monaco, Menton...costa azul de Francia
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