Londres con tos
Por poco cancelo este viaje no muy bien planeado pero deseado. Lo anterior no por la falta de interes sino por un exceso de tos y fiebre. Londres la ciudad de la lluvia repentina y del sol travieso, la frescura de su viento y su necesidad por ser diferentes. Lock right!
Al llegar a la ciudad, después de un largo camino en bus desde el aeropuerto, así arrastrando mi maleta llegué al reservado hostel, mi cuarto ya era habitado por otros 3 individuos, descanse unos minutos, organicé un plan de visitas...el Big Ben en el Palacio de Westminster, el Palacio de Buckingham, que esto, que lo otro, etc.. y así me fui tomando fotos y tosiendo.
Me desperté a las 5am, no por afan, sino porque los otros compas organizaron una tertulia sobre las diferentes formas de fumarse un porro y reirse a carcajadas, decidí que tenia que cambiar de hostel o unirme a ellos. Después de una ducha, ellos dormiran, intenté hacer todo el ruido que un mexicano puede hacer para vengarme; creo que la puerta se rompio de lo fuerte que la cerré.
Deambulé como un naufrago pobre por cuanto hotstel encontraba, gracias al clima cambiante de Londres, mi tos y fiebre se hicieron notar. Cuando ya mis pies pedian auxilio, encontré un hostel disponible cerca de un parque, habitación para 8 personas. Pobres! aguantaron mi tos toda la noche.
Ya con lugar donde pernoctar, salí a pasear y fuí al centro, entre en tiendas, comí en el barrio chino, esperé el metro, subí a los autobuses rojos de dos pisos, fui al museo britanico, en general aproveché el tiempo.
También me encontré con Mitzi (mi prima) y sus amigos, fuimos a un antro que tenia buena música y buen ambiente, aunque me sentia mal, nos la pasamos muy chevere.
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