México vs. Holanda

Desde un día antes no pude dormir muy bien, yo no sé si fué el calor o los nervios de ver a mi Selección de futbol jugar en Freiburg. Ya el día del partido en las calles desfilaban grupos de mexicanos bien ataviados con sus camisetas verdes, cervezas y sus clasicas risas. Había de todo, charros, luchadores, piques, marias, autentico folklore, gordos, flacos, morenos y güeros. Todos (o casi todos) gritando. México, méxico...estudiantes de universidad, maestria, doctorado o postdoctorado, otros trabajando, otros casados, otros aprediendo aleman, otros de vacaciones o sin idea pero estaban aqui. El clima de esta ciudad no ayuda mucho, ha sido la primavera mas fria desde hace muchos, pero muchos años. La lluvia estuvo presente, un autentico diluvio, llorando con nosotros, es ese Tlaloc que nunca nos abandona. Fiesta de gritos, colores, musica, canticos, derroche de pasión, camaradería. y sensaciones. 

Ya en el estadio, en el baño me encontré con un aleman que portaba una camiseta de su selección. A quien le vas le pregunte- gegen Holand aber nicht für Mexiko-(en contra de Holanda pero no por Mexico) me respondio. Algunos otros Alemanes apoyaron a la verde pero a su estilo. Se organizó "la Ola", se gritó, se maldijó, se insultó...pero nada paso en la cancha. Patriotismo, orgullo, amor por mi pais, o simplemente un pretexto mas para hacerse escuchar y exaltar esa nacionalidad adormilada con la distancia y el tiempo. O quiza la posibilidad de mostrar esa alegria que se trae de nacimiento, esa chispa en la mirada, ese ingenio y esas ganas de ser el centro de atención del universo. Sin importar todo lo anterior, a 15 días de iniciar al mundial Aguirre sigue "experimentando" con la alineación y volvimos a perder, esta vez 2-1 contra la Naranja mecanica.

De alguna forma estuvimos todos emocionados, por ver al Tri jugar...sin pensar que sucede lo mismo con cada uno de nosotros en nuestro dia a dia, sea donde sea que estemos...ahora nos toco estar en la tribuna del estadio, manaña será en la cancha.  La vida sigue...