Nieve de limón

Hoy nevó, pintando a Freiburg de blanco. Y aunque no es la primera vez que lo experimento, es impresionante sentir la nieve juguetona en tu rostro, en tus ojos, boca y piel. Es casi lo mismo que la lluvia pero esta no te moja tanto, es muy suave al contacto, y eso sí, muy desordenada, si la ves a contraluz parece un ejercito de niños jugando y corriendo sin ningún orden. La nieve puede caer de forma vertical, con diferentes angulos hasta llegar a caer horizontalmente. Tengo la sensación de estar dentro de un congelador, el olor a hielo es diferente. La nieve se clasifica en varios tipos: i) nieve para hacer muñecos de nieve, en cualquier patio se pueden ver obras de arte un poco deformadas o bien conservadas, ii) nieve para hacer bolas y jugar a las guerritas, con amigos espontáneamente; iii) nieve para comer, he visto como los niños la comen a la hora del recreo, buscan la mas limpia, la que acaba de caer y se dan gusto; y iv) nieve para resbalar, prácticamente es nieve fresca que solo de derrite y se convierte en charcos que se congelan formando micro-pistas de patinaje para descuidados, en las que fácilmente te puedes dar un guacalazo. Hablando de estas cosas, cuanto diera por comerme una nieve de limón...


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