3 Suspiros y medio
Bienvenido! me dicen; desde que bajo del avión ya huele a patria. Amigos y familia para recibirme. Comida y buen clima. Todo esta ahí, mis calles, recuerdos. Manejando el auto de mi hermana a través del bosque se respira oxigeno puro, olores y colores entran en mis sentidos. Sabores que se desintegran en mi paladar, risas y planes. Mis amigos y sus retoños. Mi familia y mis primos. Después de la respectiva primera dosis familiar navideña, tomé mis cosas y partí rumbo a Oaxaca. Un viaje de noche. Me desperté temprano, como a las 5am y el autobús se esforzaba por no perder su paso, lo primero que ví, fue mucha vegetación, palmeras, arboles enormes moviéndose de un lado para otro debido a un viento furioso que los golpeaba. Ví gente despierta, parada simplemente en la orilla de la carretera viendo al mundo pasar. Había también animales, perros, gatos, gallinas negras, chivos, etc..por un instante pensé en el Macondo del Gabo. También ví al ejército, a la tropa buscando algo con la esperanza de no encontrarlo. Y horas más tarde, por fin ví el mar, tan Pacífico como siempre. Playas de todos los estilos, con cactus y cangrejos, arena de grano gordo, de grano fino y la mezcla de ambas. Camarones en coctel, en ceviche, en todas las presentaciones, caguama, caracol, y otras exquisiteces de la región y porque no decirlo de receta y sazón familiar. Dias increíbles, llenos de olas, canciones y reuniones. Dias en que mi alma se hinchó y llenó de mí México.
HIPOXIA
Siempre al viajar, tengo en la mente la voz de mi mamá diciendo: ponte suéter. Autobús AU, regreso a Cuernavaca. Fue lo mejor y lo único que pude conseguir para viajar el 1ro de Enero por la noche. Al subir me doy cuenta que no hay ni baño en el autobús, raro en un viaje de 12 horas. Alcé mis hombros y me senté en mi lugar con mi cena (donas Bimbo, un yogurt y un boing de mango) con el Cabo Toribio Maldonado de la 24va Zona de infantería como compañía. Tori para los cuates, es originario de Oaxaca y estuvo 4 dias de permiso con su familia, ahora regresaba al DF para reincorporarse a su servicio. Tienen 10 min gritó el chofer y sin dudarlo bajé buscando un WC. Aguante la respiración y regresé lo mas rápido que pude al bus, eran sobre las 12 de la noche ya, salimos y alguien gritó: falta alguien. El chofer frenó de golpe y esperamos a una pareja que sin preocupación alcanzó al bus ya entrando a la autopista, caminando como un domingo en la plaza. Ya con todos los pasajeros a bordo y habiendo cenado, me dispusé a dormir. En la madrugada, no sé como, pero una corriente polar envolvió al bus. Quizá había una ventana rota o algo, pero hacia tanto frío que una mujer del asiento de atras, gritaba: hay Dios mío, ayudame. Yo me puse una playera y mis dos suerters (iba "preparado") pero ni así podía evitar temblar. Por mi boca salia un poco de humo y la mujer cada vez gritaba más, hasta pensé que iba a dar a luz o algo pero no. El chofer también tenia frío porque pisó el acelerador y llegamos a las 6 am una hora antes de lo planeado...
ASFIXIA
Una multitud de personas esperan ansiosas la apertura del metro, linea uno, son las 6:30am de un Domingo cualquiera (achh Domingo! que diablos hago aquí y despierto?), bueno eso no importa ahora; o sea que falta media hora para que si bien nos va abran esas rejas, la estrategia parece compleja. Debo de alguna forma escabullirme entre la gente para ubicarme cerca de la taquilla, he revisado en todas mis bolsas y no me queda ningún boleto. Por un instante pienso que será mejor esperar un rato a que entre la primera tanda de personas que seguramente, a juzgar por sus abrigos improvisados con sabanas de Toy Story hasta banderas del Cruz azul, llevan más de una hora esperando. Estaran ansiosos por entrar. Decido jugarme la vida y me filtro delante de dos o tres familias que estaban distraídas y me situó a unas mmmm 30 o 40 cabezas de la puerta. 6:45 la gente presiente que la larga espera llega a su fin, algunos hasta se dan palmaditas triufales en la espalda otros se incorporan de sus tendijos. Los espacios se reducen. La emoción crece. Los bebes lloran. Por un instante me imagino en la puerta para un concierto y no en la de una simple estación del metro, solo por estar seguro miro al suelo con avidez tratando de encontrar con un poco de suerte un boletito tirado y así evitarme la fila en la taquilla que aún luce sin vida. 7:02 grrrrrlan la reja se abre, no alcanzo a ver quien la abrió, no hay necesidad de caminar, la gente empuja. La fila de la taquilla es inexistente, de tantas personas no distingo ni a donde tengo que ir, me aferro a la versión de una señora que grita que va formada para los boletos, a tres metros otro señor afirma que el tambien esta en la fila. Y así casi sin respirar permanezco fiel a la señora que viaja con sus dos bebes, pero no avanzamos ni un ápice. Otros ciudadados, ignoran la linea humana y van a meterse en la ventanilla en donde hay por lo menos 30 compatriotas apelotonados. Gritos, insultos, jalones..pero eso si uste disculpe! 7:45 y nada. Por fin las cajeras inician la venta de billetes y aun no podemos organizarnos con esa fila que ahora tiene tres vertientes. De repente un señor se quiere colocar adelante de mi, le explico que vengo formado y me dice que el tambien. Me rio mentalmente. Le explico que llevo casi una hora en ese lugar y amablemente lo desplazo con mi brazo hacia atras y le digo que se vaya a formar como todos. El me responde que allí nadie se esta formando (contradiciendo así su primer respuesta), mientras discuto con el, otros dos ya se me colaron, asi no se puede! 5 min mas tarde consigo mi boleto e inicio ahora la peregrinación hacia el anden, viva México cabrones...
NOSTALGIA
No me gustan las despedidas y la nostalgia solo la acepto a medias porque mi corazón me dice que pronto volvere.
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A veces escribir una sola línea basta para salvar el corazón del escritor...