Un Domingo
Cuernavaca, México
Huele a limpio. Abundante jabón corre por mi cuerpo acompañado de agua ligerita que sale de la ducha. Se ve claro. Con un sol ya comenzando a calentar el ambiente y un cielo inmensamente azul rey. Se escucha el agua de la llave saliendo furiosa para llenar la cubeta que sirve (depende la hora del día) para lavar el coche, regar las plantas y como bebedero de mi perro Ruffo que juega alocadamente dando vueltas por el patio persiguiendo su propia cola. De fondo, también se oye música, los exitos del momento, gritos de niños o los programas matutinos de la televison. Un Domingo se siente en la piel. Se respira. Después llega el desayuno con el periodico matutino, con su fruta fresca, el pan de dulce (conchas, cocodrilos y borrachos) y el chocolate espumoso. Después para entrar en materia pasamos a los taquitos de carnitas y sus salsas, su barbacoa con tortillas recien hechas o sus quesadillas de masa azul calientitas. Se disfruta. Agua de horchata, de papaya o de melón. Y por supuesto el partido de futbol estelar al mediodía. Se desborda la pasión. Se comparte. Luego por la tarde el cine o la plaza. La cascarita con los cuates o las luchas. Ah un Domingo, le faltan horas al Domingo...
Huele a limpio. Abundante jabón corre por mi cuerpo acompañado de agua ligerita que sale de la ducha. Se ve claro. Con un sol ya comenzando a calentar el ambiente y un cielo inmensamente azul rey. Se escucha el agua de la llave saliendo furiosa para llenar la cubeta que sirve (depende la hora del día) para lavar el coche, regar las plantas y como bebedero de mi perro Ruffo que juega alocadamente dando vueltas por el patio persiguiendo su propia cola. De fondo, también se oye música, los exitos del momento, gritos de niños o los programas matutinos de la televison. Un Domingo se siente en la piel. Se respira. Después llega el desayuno con el periodico matutino, con su fruta fresca, el pan de dulce (conchas, cocodrilos y borrachos) y el chocolate espumoso. Después para entrar en materia pasamos a los taquitos de carnitas y sus salsas, su barbacoa con tortillas recien hechas o sus quesadillas de masa azul calientitas. Se disfruta. Agua de horchata, de papaya o de melón. Y por supuesto el partido de futbol estelar al mediodía. Se desborda la pasión. Se comparte. Luego por la tarde el cine o la plaza. La cascarita con los cuates o las luchas. Ah un Domingo, le faltan horas al Domingo...
Bad Nauheim, Alemania
La neblina cubre las calles y no me deja ver el cielo. Hace frio. Quien quiere bañarse? El silencio es tanto que no me atrevo a levantarme porque pienso que aun es de madrugada, sin embargo son mas de las 11. Las campanas me lo indican, solo que no estoy acostumbrado a ese sonido. Los coches no se lavan. Los perros no ladran. Los niños no juegan. Hora de desayunar. Me he acostumbrado a un triste par de panes Bimbo con mermelada y café; sin periodico y sin futbol. Mi timbre no suena, mis cuates no me vienen a buscar para parlotear. El tiempo pasa lento. Abres internet y te conectas al messenger, facebook y skype con la esperanza de algun contacto online. Es Domingo y las calles semidesiertas estan cubiertas con hojas de este otoño con cara de invierno. Ya por la tarde ordenas una pizza y entras en tu sacrosanta rutina dominical basada en tratar de consumir el tiempo. Ah un Domingo...
que terriblemente cierto :(
ResponderEliminarStefi