Premeditación, Alevosía y Ventaja

Son las gotas de lluvia cayendo organizadas allá afuera o el olor intenso del café que preparaste, pero hay algo diferente en el ambiente de este sábado por la mañana. No hay sol que entre por la ventana pero no hace frío, las sabanas están muy frescas y ligeras, creo que son nuevas porque nunca las había visto. 

Tus manos juguetonas se pasean una o dos veces por mi cabello todavía con restos de almohada, y yo que soy muy sensible a tus caricias consigo entrar dentro de tus brazos y a base de besos, estratégicamente colocados, ponerte la carne de gallina. No hay ruido, solo risas leves y algunos destellos de tus ojos azules. Puedo sentir en tu piel un olor suave y delicado. Los dos, sin decir palabra alguna nos enredamos mutuamente y como sucede en la oscuridad, nos perdemos entre nuestras curvas y rectas.

Y entonces despertamos, 

...y seguimos amándonos 


Comentarios